El "casi 30" ya llegó, y con el ciertas patas de gallo y ni hablar de canas ("pelo blanco" según algunos).
Y que mejor que recibirlos con un trozito de familia y un grupo de muy buenos amigos... La comida estuvo buena pero los laureles son para la torta: no hay quien pueda competir con el dulce de leche y el baño de chocolate al que, ya que hablamos del tema, Martín supo encontrarle cierta utilidad de aperitivo "post-morfem-por-la-noche" mientras mira un buen capítulo de "Sin Rastro"; pero no padezcan señoritas, que él sabe ciertos truquitos para mantener su esvelta figura (no como otras que yo sé).
Lo cierto es que comimos, nos reímos y brindamos, no sin perder de vista esos "30" que asoman sigilosos y espectantes de caer dentro de 365 días.
muchas felicidades guapa, y que cumplas muchos mas!
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