AFERRARSE...

Aferrarse a la vida, eso es lo más natural e instintivo de nuestra naturaleza. El miedo a morir, a dejar de ser, es ese motor que nos guía en tiempos adversos, y desde las entrañas surge una fuerza hasta casi mística que nos empuja a seguir, por lo que fue y lo que vendrá.

Algunos lo llaman heroico, aunque personalmente prefiero llamarlo admirable. Mantener la entereza y enfocarnos en la meta, aún cuando el destino intente con todas las fuerzas imponerse... y surge el milagro.

Nacer de nuevo, volver a morir... la génesis de todo se reduce a ese instante, y es entonces cuando encontramos el camino de vuelta.

Con un James Franco que bordea la perfección, y una dirección impecable de un Danny Boyle que difícilmente decepciona, 127 hours narra en 98 minutos las horas vividas por Aron Ralston en las entrañas de las grietas de un cañón en Utah.

Magistral, realmente magistral